sábado, 2 de junio de 2012

El wolfram y los espías


Segunda parte de Titanes del wolfram en la Costa da Morte.



Rafael Lema




Henry Guyatt Deusto, cónsul de Inglaterra en A Coruña, pasa cada mes por Santiago, camino de Vilagarcía, con una cámara fotográfica en ristre. Alexander Brendel, el principal agente de la Alemania nazi en Ferrol, un ingeniero que vivía en la calle Real, 151, y que hacía pagos a través de Banesto, y José Reboredo, consignatario de la North German Lloyd de Vigo, trabajan para los alemanes. En Vigo hay una amplia cobertura nazi, la red nazi de Walter Kutschmann, el carnicero de Riga, acusado de masacrar a dos mil judíos, y que vive allí hasta 1947 bajo el nombre falso de Pedro Ricardo Olmo. Vigo procesa el flujo marítimo, Ferrol es una base naval y Fisterra, un excelente observatorio. La exportación de wolframio a través de los 55 barcos que controla la poderosa empresa Sofindus decae en cuanto Alemania ocupa Francia. A partir de entonces, el mineral gallego recorre la ruta de hierro hasta llegar a Canfranc. 



Es conocida la poderosa emisora lucense nazi Elektra Sonne. También funcionaba una emisora militar alemana instalada en el petrolero Max Albrech, permanentemente anclado frente a la boya de la Graña donde los barcos iban a compensar agujas. También estaban fondeados el Nord Atlantic y el vapor italiano Edera, contra el que los servicios secretos frustraron un sabotaje en enero de 1943.



Carballo y Santiago se convertirán en centros de negocios del wolfram, y cuevas de espías. En la ciudad compostelana, la más cercana a las minas de Santa Comba, San Finx (Lousame) y O Fontao (Silleda) que dispone de sucursales bancarias, ejercerán su labor los espías de ambos bandos y se moverá el mercado negro. Los ingleses operan en éste desde el consulado coruñés sobre los recursos de la provincia. 

Hasta el mismo consulado llevan los contrabandistas el mineral. El Banco de La Coruña en Santiago , que no es otro que el Banco de Bilbao, en uno de sus informes (Archivo Histórico BBVA), dice que “todo el mineral comprado, especialmente el wólfram, es facturado a Barcelona con un sistema de pago por letras aceptadas a 90 días, avaladas por el Banco Alemán Trasatlántico”. El Pastor, que es dueño de las minas de San Finx, opera a través de Hijos de Olimpio Pérez. El empresario José Parga Moure, compra buena parte de la explotación de wolframio en Varilongo.



 Se dedicaba al negocio de coloniales, tenía depósitos de cerveza y las oficinas en As Barreiras. En 1940, un joven valenciano, Desiderio Alonso Negrete, llega a Santiago para montar un laboratorio que extrae y envasa el jugo de ternera en la calle de Cardenal Payá, y se embarca en la aventura de reflotar al hotel Compostela pagando sus deudas. Es el único inquilino del hotel Compostela, salvo cuando pernocta el cónsul inglés en La Coruña y un hombre de negocios alemán llamado Hans. Espías en Santiago. Otilia Ulbricht, la mujer del farmacéutico falangista de las Casas Reales, podía traducir los mensajes de estos “hombres de negocios”.

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